Y porque no estás te recuerdo.
Y odio recordarte cada noche en que olvido el dulce sabor de los besos que me dabas abrazado a la almohada y a mi pelo.
Y me siento estúpida por pensar en ti y soñar de nuevo con tus caricias mientras tú haces reír a otras mujeres que estúpidas como yo también se dejarán acariciar y un día soñarán contigo.
Y me digo inteligente por no amarte y tratar de encontrar tu dulzura en todos los hombres que pasan por mi cama. Y no lo soy, porque soy incapaz de reconocer que tú sólo me haces sentir ese deseo de convertirme entre tus brazos en niña y en mujer.
Y ahora pues mejor dejo de escribirte y recordarte. Y mientras tecleo estas últimas letras, me doy cuenta, de que me engaño todo el tiempo pues todo el tiempo te recuerdo…
… quizá porque no estás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios