Necesito una vez más escribir para que nadie me lea. Necesito soltar este ahogo que produce la ansiedad, esta terrible sensación tan lejana al orgasmo, el horror de extrañar a cualquiera de los cuerpos que un día pisó mi cama, el malestar de poder visualizar la peor de las peleas, la lucha de ti misma contra tu soledad.
Necesito de esos cuerpos, de esos abrazos, de esas caricias. Esa llamada que siempre espera, el beso que nunca negarás. Y quizá también esa otra noche que no puedo olvidar, la certeza de la realidad, el hecho de tener claro que nada fue como imaginé.
Quizá sólo necesito amarme a mí misma sin esperar nada de nadie. Mentiría si realmente quisiera creer esto, esta noche, esta única noche, necesito recogerme en unos brazos. Necesito las palabras que nunca debiste pronunciar, esa seguridad de que no puedes alejarte de mis besos, saber que te vas porque te empujan a hacerlo, pero mejor no hagas nada de esto. Sólo, miénteme, dime que nunca habrías salido de mis piernas.
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